El cambio climático ya es una realidad. Hoy en día, la emisión de gases de efectos invernaderos que lo provocan son de gran preocupación y responsabilidad, y nuestro sector requiere de un compromiso especial como productores de alimentos para el mundo. ¿Qué acciones podemos implementar?
En los últimos años hemos vivido en nuestro planeta un aumento constante de calentamiento global, es decir, un aumento de la temperatura de la Tierra. Este fenómeno es causado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero, que ocurren a partir de distintas actividades humanas y su progresiva acumulación en la atmósfera.
Metano, óxido nitroso y anhídrido carbónico son los principales gases. Si bien es importante atacar a todos, Walter Baethgen, vicepresidente de INIA e investigador de la Universidad de Columbia de Estados Unidos manifestó que es inteligente bajar las emisiones del metano lo más rápido posible ya que tendría un efecto a corto plazo en la temperatura del planeta.
Gases de efecto invernadero
Desafíos y oportunidades de nuestros sistemas de producción
El sector agropecuario es responsable de una importante proporción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto representa importantes desafíos para el sector. Los rumiantes en pastoreo emiten metano a través del eructo, principalmente a partir de la digestión de la fibra. Los alimentos de buena calidad y digestibilidad favorecen una menor emisión de este gas. Es por eso que a partir del año 2014, INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) decide agregar a sus procesos de evaluación genética un aspecto fundamental. Además de la información productiva y genealógica que es relevada hace décadas para identificar a los animales que son genéticamente superiores en las características de interés económico, comienza a tener importancia también cumplir con el aspecto ambiental.
INIA comenzó a medir la eficiencia de conversión, es decir, a identificar los animales que producen igual, pero comiendo menos alimento; y a cuantificar el metano que emiten. El Instituto realizó un estudio combinado de la productividad animal y el efecto mitigador de las emisiones de CH4, dando como resultado que la utilización de una mejor calidad de dieta forrajera durante la fase de terminación es una alternativa viable de mitigación de emisiones de metano en la ganadería.
La Ing. Agr. Elly Navajas, investigadora principal referente de la Unidad de Biotecnología y del Programa de Carne y Lana de INIA, expresó su visión a futuro de este fenómeno: “Los aspectos que tienen que ver con la visión global del animal productivo, resiliente y eficiente implica estar siempre atentos y considerar características relacionadas con el desempeño productivo y reproductivo, con el manejo global de la salud del animal y con la adaptación al cambio climático”.
Entonces, es importante tener en cuenta que desde nuestro sector podemos, sin perder de vista la producción, comprometernos y hacernos responsables de la mitigación de gases de efecto invernadero.