El ánimo de este escrito es analizar desde la óptica del productor, la posibilidad y los beneficios de implementar programas de selección en rodeos comerciales, sobre la base de la información genética y las tecnologías de la reproducción (toros limpios, IA y TE) como herramientas de renovación y difusión genética.
Sistema de Producción
El sistema de producción compuesto por capital, campo, clima, ubicación geográfica, personal, organización, tecnología, estructura, rodeos, potencial de producción de diferentes productos agrícolas y ganaderos, distancias a los mercados, situaciones cambiantes de la demanda, relación costos y precios de los productos, etc… plantean desafíos constantes para los productores agropecuarios que buscan optimizar la rentabilidad con el uso eficiente de sus recursos.
Como resultado de la “sojización” han cambiado los paradigmas, objetivos y métodos de trabajo del sector agropecuario, sobre todo en zonas otrora marginales, de monte o puramente ganaderas. Hoy sabemos que para producir tenemos que cultivar intensamente, invertir, innovar, aplicar el conocimiento, asociarse estratégicamente y arriesgar. La ganadería enfrenta hoy nuevos desafíos para alcanzar producciones con márgenes de rentabilidad semejantes a la agricultura. Para esto contamos con paquetes tecnológicos que nos permiten multiplicar las producciones tradicionales, basados en la producción de forraje, estrategias de manejo intensivo con suplementación, la sanidad con énfasis en el control y prevención de enfermedades abortivas y la genética.
Los criadores desde siempre aplican procesos de mejoramiento que consisten en seleccionar los reproductores que mejor se adapten al ecosistema (clima, oferta forrajera, resistencia a enfermedades) y a la demanda del mercado, integrando un sistema de producción en busca de la máxima rentabilidad.
Factores del medio ambiente como el manejo y la alimentación se pueden cambiar relativamente rápido, mientras que la genética de un rodeo es un proceso lento debido al ciclo biológico de los bovinos. Hoy asistimos a un cambio en el sistema de producción, tenemos que mudar desde el extensivo pastoril, con baja oferta forrajera, baja carga animal y calidad genética desconocida, a un nuevo sistema intensivo de agricultura para producir forrajes y reservas en forma de silajes, tanto de cría, como de recría e invernada, pastoreo racional con suplementación y terminación en confinamiento. Este sistema de producción va a demandar nuevo material genético seleccionado para aprovechar los recursos forrajeros y responder a la demanda de los mercados.
Plan Genético
Creemos que hay dos aspectos básicos a considerar en la selección de reproductores en rodeos de cría de acuerdo con un principio tradicional de bovinotecnia que dice: “La vaca adaptada al campo y el toro al mercado”.
Esto significa primero que la vaca tiene que parir todos los años y que el principal costo es la alimentación para mantener la condición corporal, preñarse, criar y volver a preñarse, por lo tanto cuidado con el tamaño y peso de vaca adulta (frame) y la oferta forrajera del campo.
Y segundo, “definir el mercado”, analizar la demanda, qué están produciendo nuestros compradores de terneros, por ejemplo: terneros de feed lot, novillos precoces 400 Kg (índice Pampa), novillos 481 (>440 Kg con < 30 meses), novillos pesados (>600 Kg). Por lo tanto tenemos que seleccionar los toros para trabajar en el segmento del mercado de nuestros clientes.
El plan genético es un proceso de selección permanente que aplican los criadores con el objetivo de optimizar la productividad y las características fenotípicas del rodeo de acuerdo a la calidad de producto que el mercado demanda.
Los programas de selección están basados en la eficiencia reproductiva como indicadores dinámicos de adaptabilidad de los reproductores al sistema de producción y pilar de la rentabilidad de un rodeo de cría comercial.
La selección por fertilidad que realizamos sobre las hembras durante el tacto post servicio, eliminando sistemáticamente los vientres vacíos; y sobre los machos con el examen clínico descartando los subfértiles, luego de décadas ha mejorado los índices reproductivos. Los rodeos de cría aplican entre el 20 y el 25% de reposición anual de reproductores, con la incorporación de toros y vaquillonas preñadas.
De manera tal que focalizaremos el uso de las herramientas de selección genética y las tecnologías de la reproducción únicamente en los rodeos de reposición. En cinco años de selección genética de la reposición observaremos la mejora en el biotipo, en los índices reproductivos y en la rentabilidad del rodeo.
Si consideramos los reproductores como máquinas de producir carne, el modelo de aparato o biotipo animal que mejor se adapte a nuestro sistema de producción es un factor esencial.
Bases de la selección
Los criadores tienen hoy acceso a información confiable sobre el mérito genético de los reproductores complementario del ojo del criador, producto de la propia experiencia en el arte de criar.
Para seleccionar objetivamente debemos medir, comparar y elegir. Todas las características medidas son de interés económico con diferente impacto teniendo en cuenta que el aumento de la rentabilidad es el único argumento de mejora genética.
Utilizando los índices genéticos podemos seleccionar por factores que afectan la “reproducción” y que tienen heredabilidad moderada y alta (30 a 60), tales como peso al nacimiento (PN), circunferencia escrotal (CE), leche (AM) y frame o tamaño corporal (ALT).
No hay mejora genética en “producción” (ganancia de Kg, Peso Destete, Peso Final) o en “producto” (Área Ojo Bife, Terneza, Espesor Grasa Dorsal, Espesor Grasa Cadera, % Grasa Intramuscular y % Cortes Minoristas) que pueda compensar un bajo índice de preñez o un alto índice de distocia. Los terneros que se pierden y las vacas que se lesionan durante el parto afectan directamente el negocio.
La clave está en la moderación, en el punto intermedio para todas las características, de acuerdo a nuestro sistema de producción para tener la flexibilidad que nos permita acceder y aprovechar las oportunidades de mercado que indefectiblemente varían de manera estacional.
Podemos analizar un reproductor desde varios puntos de vista complementarios:
• Fenotipo: es el conjunto físico que vemos, características raciales, tamaño, corrección estructural, desarrollo, caracteres sexuales secundarios y funcionalidad, actitud y estética, nos permite apreciar su adaptación al medio ambiente que le proporciona cada criador. El fenotipo es el resultado de la Genética (30%) + Medio Ambiente (70%). El aporte del medio ambiente es en general más importante que la genética en la determinación del fenotipo, sobretodo en condiciones desfavorables de clima y oferta forrajera.
El manejo nutricional y el monitoreo de la condición corporal (CC) durante el desarrollo de los reproductores es esencial para lograr el objetivo de producir atletas de la fertilidad y no animales gordos para faena. Por lo tanto, toros y vaquillonas necesitan ser criados, alimentados y entrenados como atletas. Un atleta está siempre en CC 6 a 7, nunca en CC 4 (delgado) y menos aún en CC 8 o 9 (gordos y obesos).
• Índices Genéticos: nos informan acerca de capacidad de un reproductor de transmitir a sus crías las diferentes características evaluadas. Los conocemos como DEP (Diferencia Esperada en la Progenie), expresadas en medidas de peso, tamaño, superficie, tiempo y porcentajes para cada característica.
Para obtener los índices genéticos se utilizan sistemas complejos que computan los datos de performance propia, los de sus contemporáneos, ancestros, hermanos, y los coeficientes de heredabilidad de cada factor, para predecir con cierto grado de certeza las diferencias esperadas en la progenie de ese reproductor en comparación con la media de la población contemporánea de la misma raza. La certeza aumenta en la medida que aumenta la cantidad de hijos evaluados y el tamaño de la población de referencia.
• Marcadores Genéticos: Con el avance de la ingeniería genética y el conocimiento del genoma bovino, se identificaron marcadores moleculares en el ADN de los genes para varias características de producción. Actualmente el Laboratorio Zoetis y Gene Seek tienen disponible nuevos kits de diagnóstico genómico para los criadores. Los marcadores genéticos identifican el potencial productivo en el genotipo de cada animal.
• Pedigree: La genealogía nos permite imaginar lo que el animal debería ser de acuerdo a los antecedentes familiares. Uno de los beneficios de aplicar la selección sobre donantes de pedigrí es la trazabilidad genética. Conocer los ancestros nos permite evitar caracteres fenotípicos negativos, temperamento, resistencia a enfermedades y buscar la consistencia genética con la aplicación de los índices genéticos combinados con los marcadores moleculares, disminuyendo la variabilidad fenotípica debido a factores genéticos.
Actualmente existen las herramientas para aplicar los índices genéticos enriquecidos con genómica en rodeos puros puros controlados por las Asociaciones de Criadores, y en rodeos registrados en sistemas como el Breed Plan.
Conclusiones:
Los criadores cuentan hoy con herramientas de selección que permiten alcanzar progresos significativos en poco tiempo. Destacamos el criterio de genética superior: “La vaca adaptada al campo y el toro al mercado”. Es importante priorizar la fertilidad sin descuidar la selección por producción y calidad del producto. Recomendamos aplicar los criterios de selección y las tecnologías de la reproducción sobre las vaquillonas y toros de reposición.
Para cada categoría de vientres por edad, recomendamos la aplicación de diferentes productos genéticos y sus tecnologías de aplicación.
Los rodeos comerciales pueden hoy implementar la formación de rodeos elite de vacas para producir toros por transferencias embrionarias de manera costo eficiente, criando los toros como atletas hasta los dos años, sin carencias y evitando los excesos de alimentación y todas sus consecuencias sobre el desarrollo, la fertilidad y longevidad.
En poco tiempo vamos a ser protagonistas de cambios en los sistemas de producción y en la genética para producción de carne, con la aplicación de paquetes tecnológicos para la producción y suministro de forrajes y prevención de enfermedades. El desafío es alcanzar los máximos niveles de producción y rentabilidad por animal y por superficie, comparables con los márgenes agrícolas para la misma región.